jueves, 15 de mayo de 2008

DOS PALABRAS



DOS PALABRAS

Me has dicho dos palabras.
Dos palabras tan viejas como la humanidad toda.
Dos palabras tan tiernas,
que una gota traviesa
se detuvo en mi pelo
y no quise quitarla.
Dos palabras tan lindas,
que esa lluvia nocturna
me mojaba los párpados,
y no supe enseguida que era una lágrima.
No podía entender que mi ángel de la guarda,
en lo alto de ese cielo
que a los dos nos cobijaba,
enjugó una sonrisa pura
en la emoción de esas palabras.
Me has dicho dos palabras.
Y tu boca en su partida
encaminó nuestro encuentro
en la canción sin palabras.
Esa música sincera que ambos entonábamos
en el profundo hormigueo del sentido hecho esperanza.
Y sentí de repente
como un nido de mariposas
en el fondo de mi alma.
De libélulas puras como el cristal del agua
que humedecía el abrazo
que confundió esa añoranza.
Dos palabras...
Y el mundo se detuvo en la unión de nuestro espíritu,
que en beso de esmeraldas
bordado por tu caricia,
me transportó a otro encuentro,
el de la dicha olvidada...
¿Cómo explicarte?
¿Cómo decirte, que la caja de música
que en mi pecho guardo escondida,
comenzó a dar sus sones
cuando vos la conociste?
¿Que la luna de mis días era opaca, desabrida,
y sólo por tu recuerdo
se tornó de luces llena,
con destellos opalinos?
¿Cómo empapar tu fibra de anhelos,
contándote todo el bullicio
que tu aurora me embelesa?
¿Cómo pedir que la boca que tu boca besa
acalle tu nombre viejo
renovado con mi anhelo?
¿Cómo...?
Con dos palabras.
Te quiero.
Son sólo éstas.
Te las entrego. 6/9/71

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