miércoles, 7 de mayo de 2008

vagaba por tu ausencia

Vagaba por tu ausencia.
Junto al rumoroso río
nos sentamos, espontáneos.
Huésped insaciable de mi mente,
me encontraste cuantas veces has querido
en esta tarde.
El santuario inmortal de mi memoria
recorrió su desdicha por estos lugares.
Flotaba con la gracia
de las aves,
Susurrando pensamientos al amparo
del mandato solemne
de tu abrazo.

Mientras tanto,
tu merodeo peregrino
desgrana arpegios, solitario de mi rumbo,
lejos de este río que te llama
con mi canto,
susurro de cigarras para siempre
aunque ya…
se terminó el verano.

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