CARTA DE VIAJE
ANA LUISA REMY
MIÉRCOLES 17 de enero:
Salimos de Los Toldos a las 5.20 hs. de la mañana, marcando el colectivo 74.539 Km. Pasamos Zavalía, Baigorrita y llegamos a Junín a las 7.05. después de desayunarnos emprendimos la marcha siendo las 8.25. Pasamos por Roca y Obligado y en el puente los muchachos pusieron las pantaneras. Entramos a Rojas a las 9.55hs., los caminos están muy feos, casi todos los pasajeros cortan clavos a granel, llueve sin parar –encontramos un camión que se había ido como diez veces a la cuneta- . Cura de frente, suerte. Pequeñas delicias del viaje estamos anclados tres leguas antes de llegar a Cano. Delmo con una pala saca jabón de debajo de las ruedas, aunque convendría que le sacara un poco también a los pasajeros que bastante “jabonados” están. Siendo las 10.25 se nos cruzó el colectivo en el camino. Seguimos cruzados y son las 10.45. a las 11.10 pasamos por Cano y al fin a las 11.20 el sol asomó su faz. Llegamos al asfalto a las 11.40, después de muchos suspiros y nerviosidades anclamos para comer.
Terminamos de llenarnos la gaita y emprendimos viaje nuevamente rumbo a la ciudad de Pergamino- se armó un truco de seis. Llegamos a la ciudad a las 12.50. esta presenta una vista muy linda: De la Peña, Acevedo, Guerrico, Erezcano, General Rojo, Campos Salles, San Nicolás, Villa Constitución, aquí paramos a tomar mate en un galpón del puente. Salimos a las 4. el tiempo se mantiene bueno y fresco. Pavón. Fichiera, arroyo Seco. Villa Diego. Saladillo. Entramos en la ciudad de Rosario a las 16.45 y recorrimos algo. Fisherton, Funes, Roldán. Seguirení, San Jerónimo, después de pasar este pueblo acampamos en un puesto que bautizamos “El Generoso” pues la señora fue muy buena. Después de hacer un asadito y preparar las camas en medio de gran nerviosidad, nos acostamos a pasar frío y hacer tornillo puesto que nadie podía dormir de frío, si bien es cierto que hubo gases y bombas para entrar en calor; al fin como a la una nos acomodamos y ya lo pasamos algo mejor.
JUEVES 18:
A la mañana después de muchos preparativos conseguimos arrancar a las 8.45. Enseguida pasamos el río Carcarañá y después el pueblo que se divisa desde el camino. Dejamos el asfalto y tomamos el camino mejorado. Armstrong. Tortugas, pasamos el arroyo de este nombre y entramos en la Pcia. de Córdoba. General Roca, Marcos Juárez. El Delmo se hace cargo del volante.
Leones, San Marcos, Monte Leña. Después de un rato de viaje llegamos a la ciudad de Bell Ville donde luego de una búsqueda de parajes para comer asentamos los reales en uno muy pintoresco pero algo incómodo por la gran cantidad de moscas que había. Al terminar de comer Alejandro salió a cazar y conversamos con unos cordobesitos.
Salimos nuevamente en busca de otros horizontes, pasando por Ballesteros y Villa María. En el camino encontramos muchos turistas.
Oliva. Antes de llegar a Oncativo alcanzamos a divisar como si fuera tormenta, una oscuridad algo impresionante. Pasando Oncativo tomamos mate a la sombra de una planta. Salimos para Tancacha por un camino de tierra, nos extraviamos y tuvimos que volver para atrás. Papá se puso nervioso y le gritó al chofer y le decía en la primera estación volvemos para atrás. Mamá lloró con tanto tome y traiga.
Con esto, ya serenados los ánimos seguimos siendo las 18.40. Al fin después de tanto perdernos llegamos a Villa Ancasú de donde salimos después de comprar algunos comestibles. Cruzamos el río Tercero por un puente y dando un rodeo, paramos en un bajo al lado del río. Nos metimos en el agua a refrescarnos los pies. Osvaldo y Delmo se pusieron las mallas y se dieron el primer baño. Después de hacer un asadito y comerlo y tender la carpa, nos acostamos siendo las 21hs.
VIERNES 19
La noche la pasamos sin novedad, dormimos bien tapados, sin pasar frío. Después de tomar un poco de café y levantar carpa salimos siendo las 9:20. La vista se presenta lindísima; seguimos viaje al lado del río y en dirección a las sierras. Hay muchas casitas pobres y algunos chalecitos. Llegamos a Río Tercero a las 10.05hs. A las 10.40 visitamos la Iglesia de N. S. de Lourdes, una capilla sencilla pero muy linda. Después de rezar un rato salimos rumbo a la Cascada. Cada vez avanzamos más entre las sierras. Al fin, a las 11.35 llegamos a la primera sierra. Cruzamos el río por un puente que presenta una hermosa vista y llegamos a Almafuerte a las 11.50.
Son las 12.05 y llegamos a la Cascada. Cerca hay una usina eléctrica que hace desviar el curso del agua para aprovechar su fuerza motriz. Después de hacer una pequeña exploración admirando el bello espectáculo que nos ofrecía la caída del agua y subir el paredón de las compuertas, salimos en busca de un lugar para comer, metiéndose Delmo, que era el que manejaba, por un camino tan angosto que rayó todo el colectivo; después de un momento de nerviosidad de parte de todos, volvimos al mismo lugar y almorzamos a la sombra de un frondoso tala. Una vez satisfechos y apaciguados los ánimos, habiéndose bañado Delmo y Osvaldo salimos rumbo al dique.
Los campos están sembrados de maní solamente y la gente se ocupa de carpirlo; todos son muy atentos, contestan muy bien a los turistas. Ya estamos frente a un paredón, hay una mujer lavando. Llegamos al dique y todos nos bajamos a explorar; el espectáculo es verdaderamente maravilloso. Las aguas del río Tercero forman el principal caudal de este famoso dique construido en el nacimiento de dicho río. Sus proyecciones lo presentan como uno de los mayores del continente Americano. Forma un lago artificial que ocupa una cuenca de 3.355 km. cuadrados, siendo la capacidad del mismo de 560 millones de m3.
El murallón del dique es una mole gigantesca de 360 m de longitud, siendo su altura de 57 m. y 5,7 m. su espesor. La cresta del muro es a la vez trama del camino carretero. El paisaje ofrece un notable contraste; a un lado del paredón la tranquilidad del lago entre montañas, sereno, majestuoso; al otro lado todo es actividad, vida. El agua del lago se vuelca por un amplio vertedero, formando una imponente cascada que termina en una gran nube de agua que humedece el ambiente y que al ser herida por los rayos del sol se descompone en hermosos arco-iris.
Estamos encantados del viaje, parece que no nos cansaremos pues a medida que avanzamos nos parece más lindo. Como no se puede acampar cerca del dique seguimos viaje y al pasar el puente paramos en un bajo pensando pasar la noche. Mientras unos fueron a buscar leche para las criaturas otros se bañaron pero como el agua era un poco “turbia” y no servía para tomar decidimos salir en busca de un lugar mejor. Allí conocimos los ranchitos de la gente pobre hechos con piedras apiladas, algunos revocados con barro por adentro y techo de paja. Al fin salimos rumbo a Santa Rosa de Calamuchita, donde, siendo las 19.15 acampamos bajo un nogal que precisaba cuatro hombres para abrazarlo.
SÁBADO 20
Amaneció muy lindo; después de haber pasado la noche tranquila casi todos se fueron a bañar, unos primero, después otros, pues hay muy buenos lugares para baños en el río Santa Rosa. Algunos se quedaron a hacer la comida, otros salieron de alpinistas subiendo a la cumbre de una montaña tan alta que según los que fueron solamente con el larga vista nos alcanzaban a divisar. Nosotros no pudimos verlos a pesar que desplegaban un pañuelo. Volvieron muy cansados y después de almorzar dormimos un rato, luego tomamos mate y volvimos a bañarnos. Santa Rosa es una de las poblaciones más recomendadas para el descanso por la quietud del lugar, siendo además una de las más sugestivas del valle de Calamuchita por la belleza de sus paisajes y las bondades del clima. Después de cenar, como parábamos cerca de una boite y había baile, nos quedamos hasta tarde mirando desde la carpa.
DOMINGO 21
A la mañana salimos para escalar una montaña, por el camino encontramos la Iglesia Santa Rosa y algunos entramos un momento; luego comenzamos a subir y encontramos un manantial que fuimos siguiendo a medida que subíamos. Como hacía calor aprovechábamos a tomar el agua fresquita del manantial. Encontramos otros turistas sentados dibujando. También encontramos gran cantidad de helechos y cactos que los aficionados aprovechaban a juntar; en el manantial encontramos berro que también juntamos. Después de mucho caminar tuvimos que volver sin conseguir llegar a la cumbre pues las criaturas se cansaron y llegamos justo para almorzar. Los que se habían quedado ya habían levantado campamento y salimos siendo las 13:30.
Tuvimos que cruzar las sierras con el consiguiente corte de clavos por parte de algunos pasajeros, pero pasamos bien y seguimos camino pasando cerca de Alta Gracia. Desde el camino podemos admirar la población y sobre todo la gran cantidad de casas de campo y chalets que se distribuyen en las lomas y cerros y que ocupan una considerable extensión; también son dignos de admiración sus paisajes exuberantes y hermosos. Después de pasar un puente nos detuvimos a tomar mate; luego seguimos y visitamos la tumba de Myriam Stefford, algo muy hermoso y digno de respeto.
Siendo las 17.50 hs entramos en la “Ciudad Docta”, nombre puesto con acierto éste, porque, cuna de próceres, doctores y caudillos, esta ciudad tuvo y mantiene su sello de finura intelectual y su ambiente de progreso. Córdoba es una ciudad en la que armonizan las notas hermosas de la vieja ciudad colonial, con la Córdoba actual llena de energía. A la vez, centro urbano dinámico y moderno, y lugar de remembranzas históricas. Después de recorrer sus avenidas y cargar nafta, salimos a las 18:20 hs. Volvimos a cruzar las sierras y llegamos a Carlos Paz a las 19:20 hs., acampando junto al río San Antonio. Tola y Lelia se dieron un baño mientras otras preparaban la cena y los demás hacían la carpa. Nos acostamos a las 21 y a las 3.20 nos despertamos apurados porque se había levantado tormenta. Después de trabajar todos recién a las 4.30 hs conseguimos poner todo arriba del colectivo; los muchachos tuvieron que hacer zanjas para desagotar porque se llenaba todo de agua. Así, después de trabajar tanto pudo quedar todo tranquilo cerca de las cinco, y algunos nos acomodamos a lo gallo, durmiendo hasta las 7. Otros no durmieron, se quedaron todo el tiempo tomando mate y contando cuentos.
LUNES 22
Amaneció lloviendo; como a las 8:30 hs paró el agua y salieron de compras Aníbal y Alejandro. Son las 9:30 hs y aquí estamos. Parece que va a componer, algunas lavan y otras hacen la comida. Los otros juegan al truco.
Después de almorzar dormimos la siesta a la sombra de una planta, luego de tomar mate nos arreglamos y fuimos al pueblo. Aprovechamos a hacer algunas compras y mandar tarjetas pues es la primera vez que estamos con tranquilidad y en el pueblo se consigue de todo. Es un pueblo de veraneo y turismo colocado entre las que más atraen por sus comodidades y los paisajes y atractivos del lugar. Hay muchas familias de la ciudad de Córdoba y de Buenos Aires. También pudimos ver desde el pueblo los cambiantes aspectos del Lago “San Roque”. Hemos visto algo tradicional en esta villa: la exposición y venta de quillangos. A la vuelta de nuestro paseo encontramos que los muchachos habían cambiado la carpa de lugar pues había algo de tormenta y temían sucediera lo de la noche anterior. Después de cenar salimos nuevamente a recorrer Carlos Paz. Nos acostamos a las 21.00.
MARTES 23
Por la mañana nos levantamos a las 7; enseguida nos pusimos a trabajar para preparar todo y salir, lo que conseguimos recién a las 9:50. Son las 11 y vamos cruzando las sierras. A las 11:30 hs nos paramos para sacar fotos en la cúspide de las montañas. Seguimos ascendiendo con mucha dificultad –hay quien hace plissé-. Aníbal viene parado. Llegamos al hotel Copina a las 12.10 hs, estamos a 1.400 m. de altura, las sierras ya no tienen vegetación. Seguimos cruzando con bastante dificultad. Las vueltas son muy cerradas, el coche apenas pasa porque resulta largo, estamos en una vuelta sin poder doblar, hubo que hacer algunas maniobras poniendo piedras en las ruedas. Todos venían comiendo sándwiches pero decidieron abandonar pues era mucho el miedo. Mamá bajó llorando de susto.
Conseguimos seguir viaje cruzando cinco puentes colgantes que nos cortaban la respiración. A 77 km., paramos para almorzar, vamos escalando las cumbres más altas y peligrosas pero algunos no tienen suficiente y subieron a pié- en las piedras de mica. Seguimos viaje siempre ascendiendo por medio de curvas que por momentos eran eses cerradas y era costoso dar las vueltas. Por fin llegamos al Km. 87 a los 2.200 mts., un poquito más y estamos en Pampa de Achala, una gran llanura con pasto y animales. Nos cruzamos con el Cura de Bragado.
Paramos en el hotel “El Cóndor” y vimos dos cóndores embalsamados; nos dijeron que por ahí hay pumas –vimos un cóndor a la distancia y Alejandro le tiró unos tiros sin conseguir pegarle. Seguimos viaje, empezamos a descender. Son las 16.20 y tuvieron que entrar las pilchas pues empezaba una llovizna y teníamos se mojaran. Se ve todo como una oscuridad que parece fuera tormenta, pero es que vamos entre las nubes. Desde aquí contemplamos las sierras, se ven todas más bajas. Los paisajes son lindísimos, es imposible describirlos. Avanzamos muy despacio; hay piedras con mica y mármol mezclados, cada vez que paramos se bajan a juntar piedras pues cada vez se encuentran más bonitas. Entre las piedras crecen los helechos como en almácigos. Hace frío, hemos tenido que recurrir a los abrigos. A lo lejos se ven partes de montañas blancas y a medida que nos acercamos comprobamos que es mármol. Por momentos el sol se filtra entre las nubes ofreciendo un espectáculo lindísimo. Encontramos muchas cabras que al vernos disparan a las montañas. Hay casitas de piedras, algunas están deshabitadas o destruidas. Las piedras presentan formas curiosas. Son las 17:15 hs., dejamos las rocas desnudas, ya empiezan las sierras con vegetación.
Llegamos a Mina Clavero a las 17:25 y estamos parados para acampar siendo las 17:40 cerca de donde se unen los dos ríos Mina Clavero y Panaholma. Éste está muy revuelto porque ha crecido. Según nos dijeron cuando crecen los dos se ponen muy bravos y pelean al unirse, para correr juntos. Estamos con la carpa al lado de la Fábrica de Alfajores Castro, está lloviendo, y todos estamos bajo la carpa.
MIÉRCOLES 24
La noche la pasamos sin novedad, a la mañana algunas fueron a lavar aunque el agua es sucia pues no hay pozos y tuvimos que usar agua llovida que se encuentra en el hueco de las rocas. Lelia, Tola y Tolo fueron a recorrer a la par del río, este corre encajonado entre las sierras que parecen voladas con dinamita, tiene unos 10 metros de ancho. Después de mucho caminar llegamos donde el río terminaba formando un plácido lago. Después de almorzar salimos nuevamente, cruzamos varios vados y en uno de ellos que era algo más grande paramos para lavar el coche, nos descalzamos y nos metimos. Venía un negrito con un burrito y nos sacamos fotos con ellos. Seguimos viaje a la par de las montañas por unos campos sembrados de maíz, después volvemos a cruzar otras sierras llenas de plantas espinosas. El camino está lleno de golpes y todo quebrado; la parte trasera del coche toca en el suelo.
Antes de llegar a Yacanto doblamos por un camino equivocado y cruzamos un arroyo seco lleno de piedras, la cola del colectivo golpeó en ellas y le sacaron un pedazo de madera y las plantas rayaron todo el coche. Seguimos viaje por camino asfaltado. Llegamos a una viña a preguntar cuál era el camino y compramos uva. Llegamos a Yacanto y tomamos el camino de tierra, es bastante quebrado, hay muchos golpes, los campos están llenos de plantas espinosas y cactos.
Son las 15:30 hs. Entramos en la provincia de San Luis – cada vez nos alejamos más de las sierras, llevamos 8 días de viaje. El camino es playo, el terreno parece inepto para la agricultura, está cubierto de zarzas, los alambrados están hechos de ramas, ya casi no hay piedras, todo es arena. Llegamos a Santa Rosa, compramos algunas provisiones y seguimos viaje; el camino es llano, hay martinetas, Alejandro se bajó a ver si podía cazar algunas. Ya empiezan las sierras nuevamente. La piedra aquí es negra. El camino es en caracol, el coche no alcanza a dar vuelta, mamá se bajó y corre adelante, hay gran cantidad de cactos gigantes y plantas de aroma espinillo. Seguimos descendiendo, cruzamos vados y manantiales, hay muchos ranchitos de adobe y piedra negra. Al pie de las sierras hay higueras. Compramos leche de chiva en una casita de piedra, caminamos un poquito más y salimos al llano dejando atrás las sierras.
Son las 19, en todo el trayecto no encontramos ningún coche. A las 19:30 hs llegamos al Talita y nos mandaron a Quines porque decían que era mejor para acampar, pero resultó ser un pueblo que no valía nada, todas las casas de ladrillo a medio hacer, algunas ni puertas tenían, no se sabía dónde acampar; unos chicos en sulky nos mandaron al “Zapallar” diciendo que era el mejor punto de por ahí, que tenía baños. Fuimos para allá y entramos por una tranquera, ahí levantamos a una mujer que nos enseñó el camino, el coche apenas pasaba, se rayó todo con los espinillos. Después de tanto andar llegamos a las 20:30 hs al dichoso Zapallar. No había lugar ni para dar vuelta como para hacer carpa, estábamos rodeados de montañas, en el corazón de una sierra. Teníamos miedo de parar allí, así que volvimos y armamos la carpa en la calle junto a la tranquera. Apenas si comimos algo para engañar el estómago, ya que todos estábamos muy tristes, eran las 21, no teníamos agua y nos mandaron a una fuente que resultó ser una laguna donde tomaban agua los chivos. Nos acostamos vestidos.
JUEVES 25
Nos despertamos temprano, no pudimos lavarnos la cara porque si no, no teníamos agua para hacer el café, tomamos éste y salimos a las 7:25 hs. Vamos todos sucios y deseando encontrar agua; el camino es de arena y cada vez nos llenamos más de tierra. Por fin encontramos un “manso arroyito”, a decir de Juan, y nos bajamos todos como desesperados a refrescarnos un poco, nos descalzamos y entramos al agua. Delmo y Osvaldo apilaron piedras cruzando el arroyo y formando una pequeña cascada. Seguimos viaje un poco más animados, pasamos el río Luján, completamente seco y el pueblo del mismo nombre, a las 8:30 hs. Aquí a los surtidores los llaman bomba. Seguimos para San Francisco, corremos paralelos a las montañas alejándonos cada vez más de las mismas, todos desean dejarlas de una vez, dicen que ya están empachados.
Volvemos a internarnos en las sierras pero éstas son más bajas, los chivos están en la punta de las mismas, hay pequeñas plantaciones de maíz en los bajos donde hay agua; también encontramos algunas casas. Son las 10, todo es desolado y triste. Hace rato que no encontramos casas. A las 10:30 hs paramos para almorzar cerca de un arroyito, todos se metieron en el agua, formaron como una pileta con las piedras para juntar agua y bañarse. Volvimos a salir para San Luis a las 12:30 hs. Encontramos un camión volcado. Como todavía seguimos a la par de las montañas hay muchas curvas y bajadas peligrosas. A lo lejos se distingue la ciudad, llegamos a ésta a las 14:30 hs., y estamos cargando nafta. Seguimos el camino. Es lindísimo. Todo pedregullo.
Al fin dejamos las sierras; pasamos por Balde, el coche desarrolla una velocidad de 70 km.; el paisaje es muy distinto al de Córdoba, no hay vegetación. Lo único que se ve es aromo espinillo. Seguimos a la par de la vía. En Chosme hicimos un pequeño desvío porque hace unos días el agua cortó el camino por completo. Los campos son arenosos, todo es desierto. Después de cruzar el río Desaguadero, entramos en Mendoza siendo las 16:10 hs. El camino es pavimentado. La policía de control averiguó el nombre de todos los hombres. En la entrada hay un portal con una inscripción que dice: “BIENVENIDOS A MENDOZA, LA TIERRA DEL SOL Y DEL BUEN VINO”.
Entramos en La Paz a las 16:50 hs, caminamos un poquito más y paramos a tomar mate. A las 17:40 hs seguimos viaje, pasamos Santa Rosa, los campos ya empiezan a ser más fértiles ya se ven plantas de peras, duraznos y los viñedos. Vamos llegando a San Martín, y viene tormenta. Son las 19:30, no se sabe si será de tierra o de agua, por las dudas están tirando la lona. Entramos al pueblo y decidimos buscar hotel por miedo al agua. Era un batifondo, la ropa toda arrugada, todas querían planchar al mismo tiempo. Al fin fuimos a cenar a las 22, después no podíamos arreglarnos para dormir. Los muchachos se fueron a jugar al truco, y se acostaron a las 0:30 hs.
VIERNES 26
Nos levantamos a las 6:30 hs, tomamos café y salimos. Estamos haciendo compras, son las 9:30. Seguimos rumbo a la ciudad de Mendoza, son las 10 y a lo lejos se empieza a divisar la Cordillera de los Andes. Parecen nubes oscuras (vamos escuchando el informativo). Fray Luis Beltrán. Ya se distinguen las montañas con los picos nevados. Llegamos a la ciudad. Es muy bonita, las casas son bajas, los negocios muy concurridos, es una ciudad muy activa parecida a nuestra gran ciudad. La Avenida General San Martín es la principal, parece la de Avenida de Mayo. Siguiendo hasta el fondo está el parque del mismo nombre, con un lago y rosedal, tiene 600 hectáreas de superficie y dentro de él se encuentra el Cerro de la Gloria con el Monumento al Libertador. Subimos a verlo, un poco con el coche, lo demás a pie pues a mamá le dio miedo y lloró. Como ya eran las 12 decidimos almorzar, nos indicaron “El Borbollón”, un lugar que tiene aguas surgentes y alquilan mesas en un lugar apropiado para camping.
Después de almorzar, salimos siendo las 15 hs. Llegamos a la ciudad, engrasaron el coche. Alejandro salió a comprar grappa. Unos querían volver a Córdoba, otros tirábamos para Cacheuta y nos decidimos por ésta. Llegamos a Luján y cruzamos el río que da riego a los viñedos. El agua corre a los costados del camino. Es sucia, color arena. Seguimos a la par del río, vamos subiendo sierras. Las vueltas parecen signos de interrogación y herraduras. Al fin, después de tanto subir llegamos a Cacheuta, hay baños medicinales y también un tanque australiano para baños populares. Aquí nos metimos y como el agua tiene azufre salimos con la panza verde. Cenamos y nos acostamos a las 22.30 después que a algunos se le aplacaran los nervios. Cacheuta está completamente cercada de montañas. Hay gran cantidad de turistas que aprovechan las bondades de sus termas medicinales. Hay destacamento de policía, registro civil y correo. También tiene usinas eléctricas que trabajan por medio del río Luján que corre encajonado muy abajo.
SÁBADO 27
Salimos a las 8,30. Cuarenta minutos descendiendo las montañas. Por fin entramos otra vez en camino bueno. Estamos en Mendoza haciendo compras, es bastante linda, buenos comercios, gente muy cumplida. Seguimos rumbo a Villa Mercedes a las 16.30 hs. Avanzamos a la par de las sierras.
Llegamos a Fraga y como era tarde, paramos. Los del lugar nos tomaron por circo y después de hacer algunas piruetas hicimos la carpa y dormimos. Hubo que mezquinar un poco el agua porque escaseaba y los pozos están a 95 metros de profundidad.
DOMINGO 28
Nos levantamos a las 6.30 hs., nos lavamos la cara como los gatos y tomamos café. Mientras levantaban todo, Lelia, Tola y Ana fueron hasta la Capillita de Nuestra Señora del Pilar, unas cuadras internada en el campo, y salimos a las 8.30 hs. Corrimos a la par del río II, lo cruzamos por un puente de más de 100 metros y sacamos una fotos del mismo. Llegamos a Villa Mercedes, estamos haciendo las compras, son las 9.30 hs. En el mercado municipal hay venta de toda clase de mercaderías y muy baratas. Parece ser una ciudad muy adelantada. A pesar de que es domingo hay mucho movimiento. La Lely se sacó el primer dientecito.
La tierra es muy fértil. Los espinillos han desaparecido y en cambio se ven alfalfares y rastrojos de trigo. Tuvimos que dejar el asfalto en Chaján porque lo estaban arreglando. Caminamos como 30 km. por camino de puro golpe, después cortamos y volvimos a entrar en camino bueno. Paramos a almorzar a las 11.50 hs. en Sampacho, justo donde estuvo el hospital que derrumbó el terremoto.
Seguimos viaje a las 13.15. Tomamos una cortada del camino y nos sacó otro pedazo de la cola del cole. Sigue manejando Delmo. Estamos en Río IV. Son las 14.30 hs, cargamos nafta, el río está seco. Tuvimos que desviarnos porque están arreglando el camino. Después de pasar La Carlota paramos a la entrada de una estancia a tomar mate. A las 18 seguimos viaje. Llegamos a Alejo Ledesma a las 19:20 hs. Seguimos viaje decididos a no parar más hasta encontrarnos en nuestro pago. Llegamos a Venado Tuerto a las 21hs. Después de cargar nafta y averiguar el camino, salimos. A la salida nos extraviamos unas cuantas veces. Había quien quería acampar, pero no le dimos beligerancia, porque era noche y no era programa estar haciendo carpa a esas horas y seguimos viaje manejando Delmo contra viento y marea pues estaba decidido a no parar.
Las luces de los otros coches nos encandilaban y era difícil avanzar pues no conocíamos el camino. Al fin después de tantas vueltas tomamos bien el camino. En cuanto a la cena, fue muy frugal, hicimos sándwiches con paté mientras viajábamos pues queríamos adelantar camino. Había pedazos asfaltados y otros no, pero así mismo el marcador no bajaba de 75 km. Llegamos a Teodelina y ahí cambiamos chofer pues Delmo había manejado todo el día y estaba cansado. La veníamos cabeceando, algunos habían dormido algo ya, el sueño nos vencía, pasamos por Arribeños, Arenales, Tiburcio, Agustina y llegamos felices y contentos pero bastante llenos de tierra a Junín, siendo la 1:30 hs de la mañana. Allí algunos le dieron trabajo a los dientes con un asadito y después armamos los catres y nos acomodamos en la casa de Delmo.
LUNES 29
Por la mañana nos levantamos ya más tranquilos, repartimos los cachivaches y arreglamos cuentas llegando el gasto más o menos a $30 por persona. Almorzamos y luego de despedir a Juan y familia que salieron en otro coche para Bragado, salimos nosotros a las 12hs para Los Toldos. Llegamos a casa contentos de haber hecho un viaje tan lindo y sin ningún contratiempo ya que del coche no hubo ni siquiera que cambiar una goma. Si bien es cierto llegamos algo desganados pues hubo quien durmió tres días seguidos por el cansancio, pero así mismo siguen los comentarios y todos están dispuestos a salir en cualquier momento del viaje.
F I N
ANA LUISA REMY
MIÉRCOLES 17 de enero:
Salimos de Los Toldos a las 5.20 hs. de la mañana, marcando el colectivo 74.539 Km. Pasamos Zavalía, Baigorrita y llegamos a Junín a las 7.05. después de desayunarnos emprendimos la marcha siendo las 8.25. Pasamos por Roca y Obligado y en el puente los muchachos pusieron las pantaneras. Entramos a Rojas a las 9.55hs., los caminos están muy feos, casi todos los pasajeros cortan clavos a granel, llueve sin parar –encontramos un camión que se había ido como diez veces a la cuneta- . Cura de frente, suerte. Pequeñas delicias del viaje estamos anclados tres leguas antes de llegar a Cano. Delmo con una pala saca jabón de debajo de las ruedas, aunque convendría que le sacara un poco también a los pasajeros que bastante “jabonados” están. Siendo las 10.25 se nos cruzó el colectivo en el camino. Seguimos cruzados y son las 10.45. a las 11.10 pasamos por Cano y al fin a las 11.20 el sol asomó su faz. Llegamos al asfalto a las 11.40, después de muchos suspiros y nerviosidades anclamos para comer.
Terminamos de llenarnos la gaita y emprendimos viaje nuevamente rumbo a la ciudad de Pergamino- se armó un truco de seis. Llegamos a la ciudad a las 12.50. esta presenta una vista muy linda: De la Peña, Acevedo, Guerrico, Erezcano, General Rojo, Campos Salles, San Nicolás, Villa Constitución, aquí paramos a tomar mate en un galpón del puente. Salimos a las 4. el tiempo se mantiene bueno y fresco. Pavón. Fichiera, arroyo Seco. Villa Diego. Saladillo. Entramos en la ciudad de Rosario a las 16.45 y recorrimos algo. Fisherton, Funes, Roldán. Seguirení, San Jerónimo, después de pasar este pueblo acampamos en un puesto que bautizamos “El Generoso” pues la señora fue muy buena. Después de hacer un asadito y preparar las camas en medio de gran nerviosidad, nos acostamos a pasar frío y hacer tornillo puesto que nadie podía dormir de frío, si bien es cierto que hubo gases y bombas para entrar en calor; al fin como a la una nos acomodamos y ya lo pasamos algo mejor.
JUEVES 18:
A la mañana después de muchos preparativos conseguimos arrancar a las 8.45. Enseguida pasamos el río Carcarañá y después el pueblo que se divisa desde el camino. Dejamos el asfalto y tomamos el camino mejorado. Armstrong. Tortugas, pasamos el arroyo de este nombre y entramos en la Pcia. de Córdoba. General Roca, Marcos Juárez. El Delmo se hace cargo del volante.
Leones, San Marcos, Monte Leña. Después de un rato de viaje llegamos a la ciudad de Bell Ville donde luego de una búsqueda de parajes para comer asentamos los reales en uno muy pintoresco pero algo incómodo por la gran cantidad de moscas que había. Al terminar de comer Alejandro salió a cazar y conversamos con unos cordobesitos.
Salimos nuevamente en busca de otros horizontes, pasando por Ballesteros y Villa María. En el camino encontramos muchos turistas.
Oliva. Antes de llegar a Oncativo alcanzamos a divisar como si fuera tormenta, una oscuridad algo impresionante. Pasando Oncativo tomamos mate a la sombra de una planta. Salimos para Tancacha por un camino de tierra, nos extraviamos y tuvimos que volver para atrás. Papá se puso nervioso y le gritó al chofer y le decía en la primera estación volvemos para atrás. Mamá lloró con tanto tome y traiga.
Con esto, ya serenados los ánimos seguimos siendo las 18.40. Al fin después de tanto perdernos llegamos a Villa Ancasú de donde salimos después de comprar algunos comestibles. Cruzamos el río Tercero por un puente y dando un rodeo, paramos en un bajo al lado del río. Nos metimos en el agua a refrescarnos los pies. Osvaldo y Delmo se pusieron las mallas y se dieron el primer baño. Después de hacer un asadito y comerlo y tender la carpa, nos acostamos siendo las 21hs.
VIERNES 19
La noche la pasamos sin novedad, dormimos bien tapados, sin pasar frío. Después de tomar un poco de café y levantar carpa salimos siendo las 9:20. La vista se presenta lindísima; seguimos viaje al lado del río y en dirección a las sierras. Hay muchas casitas pobres y algunos chalecitos. Llegamos a Río Tercero a las 10.05hs. A las 10.40 visitamos la Iglesia de N. S. de Lourdes, una capilla sencilla pero muy linda. Después de rezar un rato salimos rumbo a la Cascada. Cada vez avanzamos más entre las sierras. Al fin, a las 11.35 llegamos a la primera sierra. Cruzamos el río por un puente que presenta una hermosa vista y llegamos a Almafuerte a las 11.50.
Son las 12.05 y llegamos a la Cascada. Cerca hay una usina eléctrica que hace desviar el curso del agua para aprovechar su fuerza motriz. Después de hacer una pequeña exploración admirando el bello espectáculo que nos ofrecía la caída del agua y subir el paredón de las compuertas, salimos en busca de un lugar para comer, metiéndose Delmo, que era el que manejaba, por un camino tan angosto que rayó todo el colectivo; después de un momento de nerviosidad de parte de todos, volvimos al mismo lugar y almorzamos a la sombra de un frondoso tala. Una vez satisfechos y apaciguados los ánimos, habiéndose bañado Delmo y Osvaldo salimos rumbo al dique.
Los campos están sembrados de maní solamente y la gente se ocupa de carpirlo; todos son muy atentos, contestan muy bien a los turistas. Ya estamos frente a un paredón, hay una mujer lavando. Llegamos al dique y todos nos bajamos a explorar; el espectáculo es verdaderamente maravilloso. Las aguas del río Tercero forman el principal caudal de este famoso dique construido en el nacimiento de dicho río. Sus proyecciones lo presentan como uno de los mayores del continente Americano. Forma un lago artificial que ocupa una cuenca de 3.355 km. cuadrados, siendo la capacidad del mismo de 560 millones de m3.
El murallón del dique es una mole gigantesca de 360 m de longitud, siendo su altura de 57 m. y 5,7 m. su espesor. La cresta del muro es a la vez trama del camino carretero. El paisaje ofrece un notable contraste; a un lado del paredón la tranquilidad del lago entre montañas, sereno, majestuoso; al otro lado todo es actividad, vida. El agua del lago se vuelca por un amplio vertedero, formando una imponente cascada que termina en una gran nube de agua que humedece el ambiente y que al ser herida por los rayos del sol se descompone en hermosos arco-iris.
Estamos encantados del viaje, parece que no nos cansaremos pues a medida que avanzamos nos parece más lindo. Como no se puede acampar cerca del dique seguimos viaje y al pasar el puente paramos en un bajo pensando pasar la noche. Mientras unos fueron a buscar leche para las criaturas otros se bañaron pero como el agua era un poco “turbia” y no servía para tomar decidimos salir en busca de un lugar mejor. Allí conocimos los ranchitos de la gente pobre hechos con piedras apiladas, algunos revocados con barro por adentro y techo de paja. Al fin salimos rumbo a Santa Rosa de Calamuchita, donde, siendo las 19.15 acampamos bajo un nogal que precisaba cuatro hombres para abrazarlo.
SÁBADO 20
Amaneció muy lindo; después de haber pasado la noche tranquila casi todos se fueron a bañar, unos primero, después otros, pues hay muy buenos lugares para baños en el río Santa Rosa. Algunos se quedaron a hacer la comida, otros salieron de alpinistas subiendo a la cumbre de una montaña tan alta que según los que fueron solamente con el larga vista nos alcanzaban a divisar. Nosotros no pudimos verlos a pesar que desplegaban un pañuelo. Volvieron muy cansados y después de almorzar dormimos un rato, luego tomamos mate y volvimos a bañarnos. Santa Rosa es una de las poblaciones más recomendadas para el descanso por la quietud del lugar, siendo además una de las más sugestivas del valle de Calamuchita por la belleza de sus paisajes y las bondades del clima. Después de cenar, como parábamos cerca de una boite y había baile, nos quedamos hasta tarde mirando desde la carpa.
DOMINGO 21
A la mañana salimos para escalar una montaña, por el camino encontramos la Iglesia Santa Rosa y algunos entramos un momento; luego comenzamos a subir y encontramos un manantial que fuimos siguiendo a medida que subíamos. Como hacía calor aprovechábamos a tomar el agua fresquita del manantial. Encontramos otros turistas sentados dibujando. También encontramos gran cantidad de helechos y cactos que los aficionados aprovechaban a juntar; en el manantial encontramos berro que también juntamos. Después de mucho caminar tuvimos que volver sin conseguir llegar a la cumbre pues las criaturas se cansaron y llegamos justo para almorzar. Los que se habían quedado ya habían levantado campamento y salimos siendo las 13:30.
Tuvimos que cruzar las sierras con el consiguiente corte de clavos por parte de algunos pasajeros, pero pasamos bien y seguimos camino pasando cerca de Alta Gracia. Desde el camino podemos admirar la población y sobre todo la gran cantidad de casas de campo y chalets que se distribuyen en las lomas y cerros y que ocupan una considerable extensión; también son dignos de admiración sus paisajes exuberantes y hermosos. Después de pasar un puente nos detuvimos a tomar mate; luego seguimos y visitamos la tumba de Myriam Stefford, algo muy hermoso y digno de respeto.
Siendo las 17.50 hs entramos en la “Ciudad Docta”, nombre puesto con acierto éste, porque, cuna de próceres, doctores y caudillos, esta ciudad tuvo y mantiene su sello de finura intelectual y su ambiente de progreso. Córdoba es una ciudad en la que armonizan las notas hermosas de la vieja ciudad colonial, con la Córdoba actual llena de energía. A la vez, centro urbano dinámico y moderno, y lugar de remembranzas históricas. Después de recorrer sus avenidas y cargar nafta, salimos a las 18:20 hs. Volvimos a cruzar las sierras y llegamos a Carlos Paz a las 19:20 hs., acampando junto al río San Antonio. Tola y Lelia se dieron un baño mientras otras preparaban la cena y los demás hacían la carpa. Nos acostamos a las 21 y a las 3.20 nos despertamos apurados porque se había levantado tormenta. Después de trabajar todos recién a las 4.30 hs conseguimos poner todo arriba del colectivo; los muchachos tuvieron que hacer zanjas para desagotar porque se llenaba todo de agua. Así, después de trabajar tanto pudo quedar todo tranquilo cerca de las cinco, y algunos nos acomodamos a lo gallo, durmiendo hasta las 7. Otros no durmieron, se quedaron todo el tiempo tomando mate y contando cuentos.
LUNES 22
Amaneció lloviendo; como a las 8:30 hs paró el agua y salieron de compras Aníbal y Alejandro. Son las 9:30 hs y aquí estamos. Parece que va a componer, algunas lavan y otras hacen la comida. Los otros juegan al truco.
Después de almorzar dormimos la siesta a la sombra de una planta, luego de tomar mate nos arreglamos y fuimos al pueblo. Aprovechamos a hacer algunas compras y mandar tarjetas pues es la primera vez que estamos con tranquilidad y en el pueblo se consigue de todo. Es un pueblo de veraneo y turismo colocado entre las que más atraen por sus comodidades y los paisajes y atractivos del lugar. Hay muchas familias de la ciudad de Córdoba y de Buenos Aires. También pudimos ver desde el pueblo los cambiantes aspectos del Lago “San Roque”. Hemos visto algo tradicional en esta villa: la exposición y venta de quillangos. A la vuelta de nuestro paseo encontramos que los muchachos habían cambiado la carpa de lugar pues había algo de tormenta y temían sucediera lo de la noche anterior. Después de cenar salimos nuevamente a recorrer Carlos Paz. Nos acostamos a las 21.00.
MARTES 23
Por la mañana nos levantamos a las 7; enseguida nos pusimos a trabajar para preparar todo y salir, lo que conseguimos recién a las 9:50. Son las 11 y vamos cruzando las sierras. A las 11:30 hs nos paramos para sacar fotos en la cúspide de las montañas. Seguimos ascendiendo con mucha dificultad –hay quien hace plissé-. Aníbal viene parado. Llegamos al hotel Copina a las 12.10 hs, estamos a 1.400 m. de altura, las sierras ya no tienen vegetación. Seguimos cruzando con bastante dificultad. Las vueltas son muy cerradas, el coche apenas pasa porque resulta largo, estamos en una vuelta sin poder doblar, hubo que hacer algunas maniobras poniendo piedras en las ruedas. Todos venían comiendo sándwiches pero decidieron abandonar pues era mucho el miedo. Mamá bajó llorando de susto.
Conseguimos seguir viaje cruzando cinco puentes colgantes que nos cortaban la respiración. A 77 km., paramos para almorzar, vamos escalando las cumbres más altas y peligrosas pero algunos no tienen suficiente y subieron a pié- en las piedras de mica. Seguimos viaje siempre ascendiendo por medio de curvas que por momentos eran eses cerradas y era costoso dar las vueltas. Por fin llegamos al Km. 87 a los 2.200 mts., un poquito más y estamos en Pampa de Achala, una gran llanura con pasto y animales. Nos cruzamos con el Cura de Bragado.
Paramos en el hotel “El Cóndor” y vimos dos cóndores embalsamados; nos dijeron que por ahí hay pumas –vimos un cóndor a la distancia y Alejandro le tiró unos tiros sin conseguir pegarle. Seguimos viaje, empezamos a descender. Son las 16.20 y tuvieron que entrar las pilchas pues empezaba una llovizna y teníamos se mojaran. Se ve todo como una oscuridad que parece fuera tormenta, pero es que vamos entre las nubes. Desde aquí contemplamos las sierras, se ven todas más bajas. Los paisajes son lindísimos, es imposible describirlos. Avanzamos muy despacio; hay piedras con mica y mármol mezclados, cada vez que paramos se bajan a juntar piedras pues cada vez se encuentran más bonitas. Entre las piedras crecen los helechos como en almácigos. Hace frío, hemos tenido que recurrir a los abrigos. A lo lejos se ven partes de montañas blancas y a medida que nos acercamos comprobamos que es mármol. Por momentos el sol se filtra entre las nubes ofreciendo un espectáculo lindísimo. Encontramos muchas cabras que al vernos disparan a las montañas. Hay casitas de piedras, algunas están deshabitadas o destruidas. Las piedras presentan formas curiosas. Son las 17:15 hs., dejamos las rocas desnudas, ya empiezan las sierras con vegetación.
Llegamos a Mina Clavero a las 17:25 y estamos parados para acampar siendo las 17:40 cerca de donde se unen los dos ríos Mina Clavero y Panaholma. Éste está muy revuelto porque ha crecido. Según nos dijeron cuando crecen los dos se ponen muy bravos y pelean al unirse, para correr juntos. Estamos con la carpa al lado de la Fábrica de Alfajores Castro, está lloviendo, y todos estamos bajo la carpa.
MIÉRCOLES 24
La noche la pasamos sin novedad, a la mañana algunas fueron a lavar aunque el agua es sucia pues no hay pozos y tuvimos que usar agua llovida que se encuentra en el hueco de las rocas. Lelia, Tola y Tolo fueron a recorrer a la par del río, este corre encajonado entre las sierras que parecen voladas con dinamita, tiene unos 10 metros de ancho. Después de mucho caminar llegamos donde el río terminaba formando un plácido lago. Después de almorzar salimos nuevamente, cruzamos varios vados y en uno de ellos que era algo más grande paramos para lavar el coche, nos descalzamos y nos metimos. Venía un negrito con un burrito y nos sacamos fotos con ellos. Seguimos viaje a la par de las montañas por unos campos sembrados de maíz, después volvemos a cruzar otras sierras llenas de plantas espinosas. El camino está lleno de golpes y todo quebrado; la parte trasera del coche toca en el suelo.
Antes de llegar a Yacanto doblamos por un camino equivocado y cruzamos un arroyo seco lleno de piedras, la cola del colectivo golpeó en ellas y le sacaron un pedazo de madera y las plantas rayaron todo el coche. Seguimos viaje por camino asfaltado. Llegamos a una viña a preguntar cuál era el camino y compramos uva. Llegamos a Yacanto y tomamos el camino de tierra, es bastante quebrado, hay muchos golpes, los campos están llenos de plantas espinosas y cactos.
Son las 15:30 hs. Entramos en la provincia de San Luis – cada vez nos alejamos más de las sierras, llevamos 8 días de viaje. El camino es playo, el terreno parece inepto para la agricultura, está cubierto de zarzas, los alambrados están hechos de ramas, ya casi no hay piedras, todo es arena. Llegamos a Santa Rosa, compramos algunas provisiones y seguimos viaje; el camino es llano, hay martinetas, Alejandro se bajó a ver si podía cazar algunas. Ya empiezan las sierras nuevamente. La piedra aquí es negra. El camino es en caracol, el coche no alcanza a dar vuelta, mamá se bajó y corre adelante, hay gran cantidad de cactos gigantes y plantas de aroma espinillo. Seguimos descendiendo, cruzamos vados y manantiales, hay muchos ranchitos de adobe y piedra negra. Al pie de las sierras hay higueras. Compramos leche de chiva en una casita de piedra, caminamos un poquito más y salimos al llano dejando atrás las sierras.
Son las 19, en todo el trayecto no encontramos ningún coche. A las 19:30 hs llegamos al Talita y nos mandaron a Quines porque decían que era mejor para acampar, pero resultó ser un pueblo que no valía nada, todas las casas de ladrillo a medio hacer, algunas ni puertas tenían, no se sabía dónde acampar; unos chicos en sulky nos mandaron al “Zapallar” diciendo que era el mejor punto de por ahí, que tenía baños. Fuimos para allá y entramos por una tranquera, ahí levantamos a una mujer que nos enseñó el camino, el coche apenas pasaba, se rayó todo con los espinillos. Después de tanto andar llegamos a las 20:30 hs al dichoso Zapallar. No había lugar ni para dar vuelta como para hacer carpa, estábamos rodeados de montañas, en el corazón de una sierra. Teníamos miedo de parar allí, así que volvimos y armamos la carpa en la calle junto a la tranquera. Apenas si comimos algo para engañar el estómago, ya que todos estábamos muy tristes, eran las 21, no teníamos agua y nos mandaron a una fuente que resultó ser una laguna donde tomaban agua los chivos. Nos acostamos vestidos.
JUEVES 25
Nos despertamos temprano, no pudimos lavarnos la cara porque si no, no teníamos agua para hacer el café, tomamos éste y salimos a las 7:25 hs. Vamos todos sucios y deseando encontrar agua; el camino es de arena y cada vez nos llenamos más de tierra. Por fin encontramos un “manso arroyito”, a decir de Juan, y nos bajamos todos como desesperados a refrescarnos un poco, nos descalzamos y entramos al agua. Delmo y Osvaldo apilaron piedras cruzando el arroyo y formando una pequeña cascada. Seguimos viaje un poco más animados, pasamos el río Luján, completamente seco y el pueblo del mismo nombre, a las 8:30 hs. Aquí a los surtidores los llaman bomba. Seguimos para San Francisco, corremos paralelos a las montañas alejándonos cada vez más de las mismas, todos desean dejarlas de una vez, dicen que ya están empachados.
Volvemos a internarnos en las sierras pero éstas son más bajas, los chivos están en la punta de las mismas, hay pequeñas plantaciones de maíz en los bajos donde hay agua; también encontramos algunas casas. Son las 10, todo es desolado y triste. Hace rato que no encontramos casas. A las 10:30 hs paramos para almorzar cerca de un arroyito, todos se metieron en el agua, formaron como una pileta con las piedras para juntar agua y bañarse. Volvimos a salir para San Luis a las 12:30 hs. Encontramos un camión volcado. Como todavía seguimos a la par de las montañas hay muchas curvas y bajadas peligrosas. A lo lejos se distingue la ciudad, llegamos a ésta a las 14:30 hs., y estamos cargando nafta. Seguimos el camino. Es lindísimo. Todo pedregullo.
Al fin dejamos las sierras; pasamos por Balde, el coche desarrolla una velocidad de 70 km.; el paisaje es muy distinto al de Córdoba, no hay vegetación. Lo único que se ve es aromo espinillo. Seguimos a la par de la vía. En Chosme hicimos un pequeño desvío porque hace unos días el agua cortó el camino por completo. Los campos son arenosos, todo es desierto. Después de cruzar el río Desaguadero, entramos en Mendoza siendo las 16:10 hs. El camino es pavimentado. La policía de control averiguó el nombre de todos los hombres. En la entrada hay un portal con una inscripción que dice: “BIENVENIDOS A MENDOZA, LA TIERRA DEL SOL Y DEL BUEN VINO”.
Entramos en La Paz a las 16:50 hs, caminamos un poquito más y paramos a tomar mate. A las 17:40 hs seguimos viaje, pasamos Santa Rosa, los campos ya empiezan a ser más fértiles ya se ven plantas de peras, duraznos y los viñedos. Vamos llegando a San Martín, y viene tormenta. Son las 19:30, no se sabe si será de tierra o de agua, por las dudas están tirando la lona. Entramos al pueblo y decidimos buscar hotel por miedo al agua. Era un batifondo, la ropa toda arrugada, todas querían planchar al mismo tiempo. Al fin fuimos a cenar a las 22, después no podíamos arreglarnos para dormir. Los muchachos se fueron a jugar al truco, y se acostaron a las 0:30 hs.
VIERNES 26
Nos levantamos a las 6:30 hs, tomamos café y salimos. Estamos haciendo compras, son las 9:30. Seguimos rumbo a la ciudad de Mendoza, son las 10 y a lo lejos se empieza a divisar la Cordillera de los Andes. Parecen nubes oscuras (vamos escuchando el informativo). Fray Luis Beltrán. Ya se distinguen las montañas con los picos nevados. Llegamos a la ciudad. Es muy bonita, las casas son bajas, los negocios muy concurridos, es una ciudad muy activa parecida a nuestra gran ciudad. La Avenida General San Martín es la principal, parece la de Avenida de Mayo. Siguiendo hasta el fondo está el parque del mismo nombre, con un lago y rosedal, tiene 600 hectáreas de superficie y dentro de él se encuentra el Cerro de la Gloria con el Monumento al Libertador. Subimos a verlo, un poco con el coche, lo demás a pie pues a mamá le dio miedo y lloró. Como ya eran las 12 decidimos almorzar, nos indicaron “El Borbollón”, un lugar que tiene aguas surgentes y alquilan mesas en un lugar apropiado para camping.
Después de almorzar, salimos siendo las 15 hs. Llegamos a la ciudad, engrasaron el coche. Alejandro salió a comprar grappa. Unos querían volver a Córdoba, otros tirábamos para Cacheuta y nos decidimos por ésta. Llegamos a Luján y cruzamos el río que da riego a los viñedos. El agua corre a los costados del camino. Es sucia, color arena. Seguimos a la par del río, vamos subiendo sierras. Las vueltas parecen signos de interrogación y herraduras. Al fin, después de tanto subir llegamos a Cacheuta, hay baños medicinales y también un tanque australiano para baños populares. Aquí nos metimos y como el agua tiene azufre salimos con la panza verde. Cenamos y nos acostamos a las 22.30 después que a algunos se le aplacaran los nervios. Cacheuta está completamente cercada de montañas. Hay gran cantidad de turistas que aprovechan las bondades de sus termas medicinales. Hay destacamento de policía, registro civil y correo. También tiene usinas eléctricas que trabajan por medio del río Luján que corre encajonado muy abajo.
SÁBADO 27
Salimos a las 8,30. Cuarenta minutos descendiendo las montañas. Por fin entramos otra vez en camino bueno. Estamos en Mendoza haciendo compras, es bastante linda, buenos comercios, gente muy cumplida. Seguimos rumbo a Villa Mercedes a las 16.30 hs. Avanzamos a la par de las sierras.
Llegamos a Fraga y como era tarde, paramos. Los del lugar nos tomaron por circo y después de hacer algunas piruetas hicimos la carpa y dormimos. Hubo que mezquinar un poco el agua porque escaseaba y los pozos están a 95 metros de profundidad.
DOMINGO 28
Nos levantamos a las 6.30 hs., nos lavamos la cara como los gatos y tomamos café. Mientras levantaban todo, Lelia, Tola y Ana fueron hasta la Capillita de Nuestra Señora del Pilar, unas cuadras internada en el campo, y salimos a las 8.30 hs. Corrimos a la par del río II, lo cruzamos por un puente de más de 100 metros y sacamos una fotos del mismo. Llegamos a Villa Mercedes, estamos haciendo las compras, son las 9.30 hs. En el mercado municipal hay venta de toda clase de mercaderías y muy baratas. Parece ser una ciudad muy adelantada. A pesar de que es domingo hay mucho movimiento. La Lely se sacó el primer dientecito.
La tierra es muy fértil. Los espinillos han desaparecido y en cambio se ven alfalfares y rastrojos de trigo. Tuvimos que dejar el asfalto en Chaján porque lo estaban arreglando. Caminamos como 30 km. por camino de puro golpe, después cortamos y volvimos a entrar en camino bueno. Paramos a almorzar a las 11.50 hs. en Sampacho, justo donde estuvo el hospital que derrumbó el terremoto.
Seguimos viaje a las 13.15. Tomamos una cortada del camino y nos sacó otro pedazo de la cola del cole. Sigue manejando Delmo. Estamos en Río IV. Son las 14.30 hs, cargamos nafta, el río está seco. Tuvimos que desviarnos porque están arreglando el camino. Después de pasar La Carlota paramos a la entrada de una estancia a tomar mate. A las 18 seguimos viaje. Llegamos a Alejo Ledesma a las 19:20 hs. Seguimos viaje decididos a no parar más hasta encontrarnos en nuestro pago. Llegamos a Venado Tuerto a las 21hs. Después de cargar nafta y averiguar el camino, salimos. A la salida nos extraviamos unas cuantas veces. Había quien quería acampar, pero no le dimos beligerancia, porque era noche y no era programa estar haciendo carpa a esas horas y seguimos viaje manejando Delmo contra viento y marea pues estaba decidido a no parar.
Las luces de los otros coches nos encandilaban y era difícil avanzar pues no conocíamos el camino. Al fin después de tantas vueltas tomamos bien el camino. En cuanto a la cena, fue muy frugal, hicimos sándwiches con paté mientras viajábamos pues queríamos adelantar camino. Había pedazos asfaltados y otros no, pero así mismo el marcador no bajaba de 75 km. Llegamos a Teodelina y ahí cambiamos chofer pues Delmo había manejado todo el día y estaba cansado. La veníamos cabeceando, algunos habían dormido algo ya, el sueño nos vencía, pasamos por Arribeños, Arenales, Tiburcio, Agustina y llegamos felices y contentos pero bastante llenos de tierra a Junín, siendo la 1:30 hs de la mañana. Allí algunos le dieron trabajo a los dientes con un asadito y después armamos los catres y nos acomodamos en la casa de Delmo.
LUNES 29
Por la mañana nos levantamos ya más tranquilos, repartimos los cachivaches y arreglamos cuentas llegando el gasto más o menos a $30 por persona. Almorzamos y luego de despedir a Juan y familia que salieron en otro coche para Bragado, salimos nosotros a las 12hs para Los Toldos. Llegamos a casa contentos de haber hecho un viaje tan lindo y sin ningún contratiempo ya que del coche no hubo ni siquiera que cambiar una goma. Si bien es cierto llegamos algo desganados pues hubo quien durmió tres días seguidos por el cansancio, pero así mismo siguen los comentarios y todos están dispuestos a salir en cualquier momento del viaje.
F I N
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