miércoles, 24 de febrero de 2016

no puedo

NO PUEDO




Esas ganas de gritarle al mundo que es mentira, y no me sale un solo sonido de esta pared de carne que te nombró siempre, que te seguirá nombrando en otra esencia, que seguirá mirándote sin ver tu imagen.
Esta verdad ajena que no puedo meter en mi.
Este imaginarte entre cajas de colores de una mañana en el pueblo. Y el blanquito aguardándote en la puerta, destrozado su elemento entre tanta sangre vertida porque si.
No puedo.
No puedo.
No me obliguen a este claustro de encierro permanente en una afirmación que es un cuento. Un cuento malhadado de los que quisieron quitarme tu recuerdo, tu frescura que ya no quiero para mí, pero que vos necesitabas en vuelo.
No te quería ya para mi pensamiento.
Pero vos necesitabas vivir mucho, no apagarte nunca, ni en la tierra ni en el infierno.
Y te robaron los sueños… te estrangularon los reflejos.
Te jugó mal el whisky o te marearon los espectros de esa felicidad que buscaste afanoso, sin saber que quizá estaba al lado tuyo, aguardando paciente la tibieza que no llegó nunca, ni llegará jamás…
Yo la espero por vos
Porque no estás muerto.
Porque estás esperando que llegue el verano para correr al bochinche, ya no alcanzará para vos el ruido, que te aturda por el resto de los días.
Ya no me alcanza la memoria.
Rememorando, me he quedado sin tarea.
Me sobran las palabras, ya no tengo los reflejos que antes te regalara.

Por un recuerdo triste, me he quedado sin espectros.

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